Excavada por José Manuel Rey García, tiene un túmulo de sólo 5,80 m de diámetro, muy bajo en altura, recubierto por una capa de piedras pequeñas (coraza). Aproximadamente en el centro se sitúa una cámara funeraria de planta poligonal, de 1,10 m de ancho. Seguramente estaba formada por seis losas, de las que sólo tres, de granito, permanecen en su posición original. La erosión del mar ha hecho desaparecer casi la mitad del túmulo, y eso a pesar de que hoy día está un poco apartado de la zona intermareal. En su interior no se encontraron hallazgos de interés.